quinta-feira, 4 de fevereiro de 2010

Xa que tanto se defende a liberdade de expresión no caso Egunkaria: a ver se hai a mesma vara de medir.

Un comerciante de Vilanova i la Geltrú, Manuel Nevot, lleva por primera vez a juicio una multa de 400 euros que le impuso en 2008 la Agencia Catalana de Consum, organismo dependiente de la Generalitat, por no rotular su establecimiento en catalán.


Nevot solicita que se le anulen dos sanciones -de 400 euros por no rotular en catalán y de 400 euros más por no disponer de las hojas de reclamación-, y además pide al juez que plantee una cuestión de inconstitucionalidad de algunos preceptos tanto de la Ley de Política Lingüística como de la Ley del Estatuto del Consumidor.

En el escrito de demanda, Nevot -asesorado por Convivencia Cívica Catalana (CCC)- se cuestiona si una ley, ya sea estatal o autonómica, puede limitar las libertades y privar a las personas de elegir la lengua que deben utilizar para relacionarse entre sí. Considera que imponer "coactivamente" el uso de una lengua "es un atropello a la libertad de expresión".

El escrito de demanda se basa pues en una supuesta vulneración de la Constitución, en concreto del derecho fundamental de la libertad de expresión. Nevot asegura que la Constitución "no habilita" a los poderes públicos para imponer el uso de una lengua en las relaciones privadas.

Francisco Caja, presidente de CCC, explicó que es la primera vez que se lleva a juicio una multa de este tipo, después de rechazarse todos los recursos de la vía administrativa. También destacó que tiene constancia de que otros tres comerciantes han recurrido la multa por la vía administrativa pero que "es un proceso muy lento".

El juicio se celebra este jueves en el Juzgado Contencioso- Administrativo número 9 de Barcelona.

1 Comment:

O'Chini said...

Pois eu rejeito este tipo de medidas coercitivas.

Olho! As que atentam contra a liberdade individual. Sem embargo penso que a um funcionário (da administraçom, ou a um professor, ou a um presentador de TV) si que se lhe pode exigir que fale o escreva o que a admisitraçom determine. El tem que cumprir coa sua obriga, para isso se lhe paga.

Dito isto, dizer que em França tamem há leis que obrigam a rotular os carteis comerciais em correcto francés. Nom já só francés, senom correcto (as faltas de ortografia som delito!). Catalunya nom é uma caso ilhado. Ainda que como já dixem, nom gosto deste tipo de medidas.